Las inversiones en inmuebles se caracterizan por ser sólidas, sin
embargo, se pueden hacer mejores y peores inversiones. Por ejemplo en México,
específicamente en la Ciudad de México, existe un amplio mercado para la
inversión en inmuebles, pero hay que contemplar que de un lugar a otro los
precios cambian sustancialmente. Esto sucede mucho en las capitales grandes con
gran dinamismo inmobiliario, pues las
características de las zonas, sus servicios y accesibilidad hacen que la oferta
de casas en venta sea muy diversa y que
unas representen una mejor opción para invertir que otras.
Con frecuencia, los compradores quedan fascinados con algunos inmuebles,
pero esto los hace correr el riesgo de dejar atrás los defectos que tenga la
propiedad y poner en riego su patrimonio. Si ya pasaste por el proceso interno de
definir qué tipo de casa quieres, hay otros tres aspectos externos
fundamentales que tomar en cuenta: el estado físico, situación legal y
financiamiento.
La primera recomendación para comprar casa es hacer una comparación entre los precios a través
del tiempo de las propiedades de una zona determinada, ya que esto arroja
una idea aproximada de la plusvalía en el último año. Las colonias más
céntricas y con mejores vías de acceso tienden a mantener la mejor plusvalía;
sin embargo, si sus precios ya subieron considerablemente los últimos años,
entonces la plusvalía seguramente se mantendrá más baja en adelante.
Visita la zona de las propiedades que quieras adquirir en distintos
horarios. Así podrás conocer qué hay en los alrededores. Los servicios, como
bancos, escuelas, hospitales, supermercados, etc., agregan valor a las
propiedades. Por otra parte, observa el tránsito y la accesibilidad en horas
pico. También puedes consultar los precios de otras propiedades que estén cerca
de tu zona.
En segundo lugar cerciórate de que todos los documentos de la casa
que deseas comprar estén en regla; aunque es tarea de un notario dar fe de la
autenticidad de los documentos y testificar que cumplan los requisitos, puedes
ahorrar tiempo al evitar buscar una casa que esté hipotecada.
Finalmente, decide qué tipo de financiamiento te conviene más. Lo
más importante en este paso es evaluar todas las opciones que ofrecen los
bancos o instituciones de gobierno, así como tu presupuesto y definir si puedes
asumir un compromiso de largo plazo.