La carta anual de Warren Buffett

Para cualquier inversionista que quiera aprender activamente sobre los mercados financieros, existen algunas lecturas obligadas para ampliar sus conocimientos, como todo lo referente a la estrategia de inversión desarrollada por Warren Buffett, inspirada en su mentor Benjamín Graham y que se denomina Value Investing o inversión en valor, que se trata básicamente de comprar empresas con sólidos fundamentos.

Todos los inicios de año, con la entrega de los resultados financieros de su empresa Berkshire Hathaway, Buffett escribe una carta a los accionistas que tiene una gran repercusión en el mundo de la inversión, por el hecho de que siempre entrega consejos de gran ayuda, de una manera muy amena y lo más importante, a través del ejemplo con sus inversiones realizadas en el mundo real.

En su última carta, tras el cierre del año fiscal 2019, queda de manifiesto la popularidad de Buffett, ya que la tasa de retorno anual que ha tenido Berkshire Hathaway desde su creación el año 1965 ha sido de un 20,3%, frente a la tasa de retorno anual del S&P 500 en el mismo período del 10%. A continuación, algunas de sus reflexiones.
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La magia del interés compuesto: 

Se dice que Albert Einstein calificó al interés compuesto como la fuerza más poderosa del universo y Warren Buffett sin duda también está convencido de aquello.

En la carta anual se hace referencia al libro “Common Stocks as Long Term Investments” de 1924, escrito por Edgar Lawrence Smith y el que fuera comentado en su minuto nada menos que por John Maynard Keynes: “He guardado hasta el final lo que tal vez sea lo más importante del Sr. Smith, y sin duda es su punto más novedoso. Las empresas industriales bien administradas, por regla general, no distribuyen a los accionistas la totalidad de sus ganancias obtenidas.

En los años buenos, si no en todos los años, retienen una parte de sus ganancias y las vuelven a poner en el negocio. Por lo tanto, hay un elemento de interés compuesto que opera a favor de una inversión industrial sólida.

Durante un período de años, el valor real de la propiedad de una industria sólida está aumentando a interés compuesto, aparte de los dividendos pagados a los accionistas”.

Es en este punto en el que se basa parte importante de la filosofía de Buffett, en que considera la inversión en acciones como la compra de buenos negocios, con sólidos fundamentos, alta capacidad de generar utilidades y, por ende, el que se reinviertan esos flujos en el mismo negocio otorgan una gran ventaja en el tiempo a través del interés compuesto.

De acuerdo a las palabras de Buffett: “En Berkshire, Charlie y yo nos hemos centrado durante mucho tiempo en utilizar las ganancias retenidas de manera ventajosa. Algunas veces este trabajo ha sido fácil, en otras ocasiones, más que difícil, particularmente cuando comenzamos a trabajar con enormes y cada vez mayores sumas de dinero”.

Criterios de inversión:

Desde el punto de vista de la reinversión de utilidades y el concepto de comprar empresas para mantenerlas en el largo plazo, se hace imprescindible que cumplan los siguientes criterios para elegir esas oportunidades de inversión:

    Primero, deben obtener buenos retornos sobre el capital tangible neto requerido en su operación.

    En segundo lugar, deben ser administrados por gerentes capaces y honestos.

    Finalmente, deben estar disponibles a un precio razonable.


Cuando detectemos tales negocios, nuestra preferencia sería comprar el 100% de ellos. Pero las oportunidades para realizar adquisiciones importantes que poseen nuestros atributos requeridos son raras.

Con mucha más frecuencia, un mercado bursátil voluble nos brinda oportunidades para comprar posiciones grandes, pero no controladoras, en empresas que cotizan en bolsa y que cumplen con nuestros estándares.

Cualquiera sea el camino que tomemos, compañías controladas o solo una participación importante a través del mercado de valores, los resultados financieros de Berkshire estarán en gran parte determinados por las ganancias futuras del negocio que hemos comprado.

Inversiones como el matrimonio:

Probablemente uno de los pasajes más interesantes de su última carta anual es cuando hace una analogía entre las inversiones y el matrimonio. Buffett reflexiona que al revisar su desigual historial, ha llegado a la siguiente conclusión:

    “Las adquisiciones son similares al matrimonio: comienzan, por supuesto, con una boda feliz, pero luego la realidad tiende a diferir de las expectativas prenupciales.”

A veces, maravillosamente, la nueva unión proporciona una felicidad más allá de las esperanzas de cualquiera de las partes.

En otros casos, la desilusión es rápida. Aplicando esas imágenes a las adquisiciones corporativas, tendría que decir que normalmente es el comprador el que se encuentra con sorpresas desagradables. Es fácil tener ojos de ensueño durante los noviazgos corporativos.

Siguiendo esa analogía, diría que nuestro historial matrimonial sigue siendo en gran medida aceptable, con todas las partes contentas con las decisiones que tomaron hace mucho tiempo.

Algunos de nuestros vínculos han sido positivamente idílicos. Un número significativo, sin embargo, ha hecho que me pregunte rápidamente en qué estaba pensando cuando las propuse.

Afortunadamente, las consecuencias de muchos de mis errores han sido reducidas por una característica compartida por la mayoría de las empresas que decepcionan: con el paso de los años, el “pobre” negocio tiende a estancarse, entrando así en un estado en el que sus operaciones requieren un porcentaje cada vez menor del capital de Berkshire.

Mientras tanto, nuestros “buenos” negocios tienden a menudo a crecer y a encontrar oportunidades para invertir capital adicional a tasas atractivas. Debido a estas contrastantes trayectorias, los activos empleados en los negocios ganadores de Berkshire se convierten gradualmente en una porción creciente de nuestro capital total”.

Comentarios de actualidad

Esta carta ha sido justo en medio del inicio de una corrección en los mercados, asociado al impacto que ha tenido la amenaza del coronavirus COVID-19 y posteriormente acompañada de una entrevista en la cadena CNBC.

Buffett nos comenta: “Lo que podemos decir es que si en las próximas décadas prevalece algo cercano a los tiempos actuales y si los tipos del impuesto de sociedades también se mantienen cerca del bajo nivel del que disfrutan actualmente las empresas, es casi seguro que con el tiempo las acciones tendrán un rendimiento mucho mejor que los instrumentos de deuda a largo plazo y de tipo fijo”

Esa predicción optimista viene con una advertencia: cualquier cosa puede pasarles a los precios de las acciones mañana. Ocasionalmente, habrá grandes caídas en el mercado, tal vez de una magnitud del 50% o incluso mayor.

Pero la combinación de “The American Tailwind” (el viento de cola americano), sobre la que escribí el año pasado, y las maravillas compuestas descritas por el Sr. Smith, harán que las acciones sean la mejor opción a largo plazo para el individuo que no usa dinero prestado y que puede controlar sus emociones. ¿Los demás? ¡Cuidado!”

Respecto a lo comentado en la cadena CNBC, hay un par de frases complementarias a su carta anual, de gran ayuda en el contexto actual. Buffett dice

    “Compramos negocios por 20 o 30 años y por lo tanto el coronavirus no cambiará esta perspectiva”. Y complementa: “Tu no compras ni vendes tu negocio según los titulares de un solo día. Si ese día te da la oportunidad de comprar algo que te gusta más barato, es tu día de suerte”

Para finalizar, en esta última carta anual de Warren Buffett que, a sus 89 años, una de las grandes inquietudes de sus accionistas es la posibilidad de su muerte, vuelve a referirse a la sucesión del negocio y la tranquilidad que tiene en los ejecutivos que quedarán al mando.


Conclusiones


Si duda esta carta es una herramienta poderosísima para aprender sobre el mundo de la inversión, con elementos realmente importantes como la importancia de adquirir buenas empresas con una visión de largo plazo en que el interés compuesto haga su magia. Con esta filosofía, existirán buenas y no tan buenas adquisiciones, pero si se tomaron en cuenta estos principios de inversión, el resultado debería ser extraordinario con el paso del tiempo.